FUNCIONES EJECUTIVAS
Las Funciones Ejecutivas Cerebrales
La función ejecutiva es un conjunto de habilidades mentales que te ayudan a hacer las cosas. Estas habilidades son controladas por un área del cerebro llamada el lóbulo frontal.
La función ejecutiva te ayuda a:
- Administrar el tiempo.
- Inhibición.
- Flexibilidad cognitiva.
- Prestar atención.
- Razonamiento.
- Iniciación y cambio de enfoque en actividades.
- Atención y memoria de trabajo.
- Planificar y organizar.
- Recordar detalles.
- Evitar decir o hacer las cosas mal.
- Hacer las cosas con base en tu experiencia y resolución de problemas.
La función ejecutiva regula, controla y administra pensamientos y acciones,
Cuando la función ejecutiva no está funcionando como debería, tu comportamiento está menos controlado. Esto puede afectar tu capacidad para:
- Trabajar o ir a la escuela.
- Hacer las cosas de manera independiente.
- Mantener o establecer relaciones interpersonales.
Tipos de Función Ejecutiva.
La función ejecutiva se puede dividir en dos grupos:
- Organización: La recopilación de información y la estructuración para su evaluación.
- Regulación: Balance de tu entorno y el cambio de comportamiento en respuesta a la misma.
Por ejemplo, el ver un trozo de pastel de chocolate en un carro de postres en un restaurante puede ser tentador. Ahí es donde la función ejecutiva puede intervenir:
La parte organizativa, te recuerda que el corte es probable que tenga cientos de calorías. La parte regulativa te dice que comer el pastel conflictúa con las metas que puedas tener, como comer menos azucar o perder peso.
Problemas con la Función Ejecutiva
Algunas personas nacen con la función ejecutiva débil. Y las personas con problemas de TDAH, depresión o de aprendizaje a menudo tienen puntos débiles en él.
Una lesión en la parte frontal del cerebro, donde se encuentra el lóbulo frontal, puede dañar tu capacidad de permanecer centrado en tu tarea. Los daños causados por la enfermedad de Alzheimer o los accidentes cerebrovasculares también pueden causar problemas.
Los niños y la función ejecutiva.
Diversos problemas con la función ejecutiva pueden darse en familias. Puedes notar estos problemas cuando tu hijo comienza a ir a la escuela. Una función ejecutiva alterada puede dañar su capacidad para iniciar y terminar las tareas escolares.
Las señales de advertencia de que un niño puede estar teniendo problemas con la función ejecutiva incluyen problemas en:
- Planificación de proyectos.
- La estimación de cuánto tiempo un proyecto tomará para completarse.
- Contar historias (verbalmente o por escrito).
- Memorización.
- Comenzar actividades o tareas.
- Recordar.
No hay una sola prueba que sirva para identificar problemas con funciones ejecutivas. En lugar de ello, los expertos confían en diferentes pruebas para medir las habilidades específicas.
Los problemas observados en estas pruebas no pueden predecir lo bien que los adultos o los niños van a desempeñarse en la vida real. A veces, al observarlos y tratar cosas diferentes son las mejores formas de mejorar funciones ejecutivas débiles.
El tratamiento a tiempo de los problemas con la función ejecutiva (tanto en niños como en adultos) puede ayudarlos a que superar estos problemas. El cerebro continúa desarrollándose hasta la edad adulta, y las experiencias puede dar forma a la función ejecutiva mientras el cerebro crece.
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